En el mundo empresarial siempre nos vemos enfrentados a decisiones cruciales que pueden tener un impacto significativo en el presente y futuro de nuestra empresa. En momentos como ese, es natural que busquemos orientación y consejo para tomar la mejor decisión posible. Una fuente de sabiduría invaluable que a menudo pasamos por alto es la experiencia de aquellos que han recorrido caminos similares antes que nosotros. Aquí hay tres buenas razones por las cuales debemos escuchar a la experiencia si queremos evitar cometer los mismos errores una y otra vez.
Aquellos empresarios que han acumulado experiencia a lo largo de los años han pasado por una variedad de situaciones y han enfrentado muchos desafíos. Han aprendido lecciones valiosas en el proceso y han tenido la oportunidad de mejorar y crecer a partir de ellas. Al escuchar a personas con experiencia, podemos aprovechar su sabiduría y conocimiento para evitar cometer los mismos errores que ellos ya han enfrentado. Su perspectiva nos brinda una visión más clara de las posibles consecuencias, lo cual nos ayuda a tomar decisiones más informadas y acertadas.
No escuchar la experiencia, corremos el riesgo de tropezar con obstáculos innecesarios y cometer errores costosos evitables. Al preguntar y escuchar, podemos evitar tropezar con las mismas trampas y errores que ellos ya han enfrentado. Su consejo y advertencias pueden ayudarnos a tomar medidas preventivas y ahorrarnos tiempo y dinero.
Cada persona tiene una visión única del mundo basada en sus experiencias y vivencias. Al preguntar y escuchar, podemos ampliar nuestra perspectiva y adquirir una comprensión más completa de la situación que nos encontramos. Nos brindan nuevas ideas, enfoques alternativos y puntos de vista diferentes que pueden enriquecer nuestra forma de pensar y resolver problemas. Al abrirnos a la experiencia de los demás, nos abrimos a nuevas posibilidades y oportunidades que de otra manera podríamos haber pasado por alto.
Entonces, la próxima vez que te enfrentes a una decisión importante, pregúntate: ¿quieres seguir cometiendo los mismos errores o estás dispuesto a aprovechar la sabiduría de aquellos que han recorrido el camino antes que tú? La elección está en tus manos.
Aquí te dejo tres buenas razones para empezar a escuchar:
1. Todo emprendimiento tiene riesgos. Posiblemente al principio no se visualizan por el éxito del negocio, pero a medida que va aumentando el nivel de operaciones y la escala es mayor los empezarás a ver, haciendo que las decisiones sean cada vez más complejas, aceleradas y de mayor riesgo.
2. Cada área de la empresa tiene un nivel de especialización distinto. Aunque seas “todólogo” no siempre tomarás las mejores decisiones en todos lo casos. Es así como empiezan los problemas que luego no recordaremos que los originó. Cuidado con pensar que nadie sabe más que tú. Eso no existe.
3. Porque la vida nos ha enseñado que mientras menos digamos de nuestro negocio es mejor. Una cosa es no confiar en nadie, puede ser correcto, pero la otra es no saber trabajar en equipo con esquemas seguros de información. Porque te aseguro que tiene mas valor discutir la información que guardarla.
Cuando tu equipo o tu consejo trabaja con información correcta y útil verás como pueden tomar decisiones cuidando los riesgos. Tu responsabilidad no es hacer todo, tu labor es dirigir y encontrar el mejor camino.
Un consejo consultivo ayuda al dueño/fundador de una empresa, que creció con base del producto y empeño de una persona, se vuelva una empresa sostenible en el tiempo.
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Escrito por Jaime Poblete Stambuk en colaboración con BTC – Consejos Consultivos Empresariales. Para mayor información www.expertbtc.com o expertos@expertbtc.com.