“Cuando no somos capaces de cambiar una situación, nos enfrentamos al reto de cambiar nosotros mismos” – Viktor Frankl.
Existen riesgos que se presentan siempre y que son necesario tener en cuenta en la gestión de la empresa pues de lo contrario se convierten en crisis. Riesgos asociados con la marca, estancamiento por inacción propia, acciones de la competencia, cambios legislativos, económicos o tecnológicos, gestión del talento, así como también el mismo liderazgo, entre muchos otros ejemplos a considerar.
Por otro lado, estar consciente de algunos disparadores de crisis nos da una visión distinta de como enfocar nuestra empresa y equipo, como por ejemplo no priorizar la dignidad de las personas, ausencia de estrategia de negocio, comunicaciones lentas o nulas con los stakeholders, no contar con un plan de continuidad del negocio, olvidar las estrategias de largo plazo, tomar decisiones impulsivas basadas en intuiciones como recortes o endeudamiento o solo enfocarse en la reducción de costos y no en el crecimiento de las ventas y otras tantas.
Tomar consciencia de estas situaciones de riesgo ya es un paso importante para anticiparse a la crisis, sin embargo, es necesario preparar tres condiciones para empezar:
Tener mentalidad estratégica para la gestión de riesgos y crisis para desarrollar una visión que detecte nuevas posibilidades de valor.
Conocer el negocio al grado de saber cuáles competencias organizacionales se posee como ventaja competitiva o aquellas que se deben adquirir.
Contar con un modelo estratégico de cambio que ayude a la empresa a soltar el pasado y emprender nuevas estrategias, modelos o soluciones.
Con esta base se puede emprender el camino de los 7 pasos para transformar una crisis y generar oportunidades de negocios y crecimiento.
1º. Disponer a la empresa para cambiar. Aceptar que la situación actual es insostenible y proponer cambios que incluso lleven a provocar el abandono de prácticas que en su momento fueron buenas y que ahora no son suficientes. Motivar a todos para emprender un cambio que no sólo garantice la supervivencia, sino que los catapulte hacia nuevas dimensiones de crecimiento.
2º. Definir una intención estratégica. Hay muchas empresas que han logrado crecer en crisis a través de administrar su negocio principal, dejando atrás prácticas o productos obsoletos, estableciendo un enunciado de intención estratégica que les de dirección, motive y rete a generar más opciones. Un ejemplo de este enunciado lo representa JFK sobre el proyecto de ir a la Luna: “Llevaremos un hombre a la luna y lo traeremos de regreso con vida antes que acabe la década”.
3º. Desarrollar una estrategia creativa. Establecer iniciativas de creación de valor a través de productos o servicios innovadores que le den nuevo espíritu a la cartera comercial. La estrategia creativa implica facilitar los cambios de paradigmas ante una crisis lo que puede significar abandonar modelos anteriores ya obsoletos, reconocer las nuevas realidades de los mercados, clientes y consumidores y proponer nuevas soluciones.
4º. Proponer nuevas formas de operar. Lo difícil para encontrar lo nuevo es abandonar lo conocido que ha dado éxito hasta ahora. Es necesario cuestionar algunas creencias y paradigmas actuales planteando nuevas maneras de hacer las cosas, redefinir los clientes, ajustar la arquitectura de la cadena de suministro y proponer una nueva oferta de valor, incluso si ello representa un nuevo riesgo, pero un riesgo calculado.
5º. Ejecutar iniciativas de innovación ágilmente. El punto clave aquí es la ejecución. Una ejecución con excelencia, sin fallas. Las iniciativas de innovación suelen conllevar inversiones y riesgos en sí mismas, por ello es necesario ejecutarlas con inteligencia y creatividad, poniendo el mejor talento disponible en estas iniciativas, gestionando el cambio y evitando fallas al tratar de diseñar planes perfectos o quedándose en la teoría.
6º. Transformar competencias personales en capacidades organizacionales. Para lograr esto es necesario identificar el talento e integrarlo en los procesos y sistemas de información. Se puede tener el mejor talento y buenos procesos, pero sin sistemas de información se navega a ciegas. Se puede tener buenos procesos y sistemas, pero sin talento la ejecución no será óptima. Se puede tener buenos sistemas y talento, pero sin procesos no se logrará la calidad que garantice el éxito.
7º. Elegir o desarrollar nuevos mercados. El concepto de área de oportunidad, en ocasiones no se entiende, se traduce como falla o debilidad, pero en realidad es el lugar en el mercado donde nadie ha estado antes, es allí donde está la oportunidad de crear nuevos horizontes.
Ser capaces de reconocer y entender áreas de oportunidad, cuestionar el statu quo de mercados actuales, desarrollar nuevos productos y servicios, conocer las necesidades de los clientes combinando capacidades personales y organizacionales es lo que se busca con estos pasos para salir del estancamiento o de las crisis.
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Escrito por Juan Carlos Cuen Garibi en colaboración con BTC – Consejos Consultivos Empresariales.
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